En la Pampa Argentina, en la región de Mar y Sierras, un campo ganadero y cerealero apuesta por la conservación de especies forestales de diversos lugares del Planeta.
Se puede recorrer las 35 hectáreas de parques, cuyo diseño busca promover la convivencia y armonía de colores y tamaño de diversas especies forestales.
Al momento se relevaron más de 200 especies provenientes de Asia, África, Oceanía, Europa y América, cuya edad varía entre los 20 y 40 años. Las diferentes especies están distribuidas en 3 parques, cuyo paisaje es el resultado del trabajo meditado y apasionado de Héctor Biocca.
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El campo cuenta con diferentes sectores productivos. Uno de ellos es el bosque de eucaliptos cuya extensión ronda las 22 hectáreas.
Sus árboles tienen una edad mayor a 15 años, se encuentran entrando en su vejez y fueron sembrados con el objetivo de obtener leña y madera con fines comerciales.
Implementada en 2012 por el nieto de Héctor y Genoveva, la huerta agroecológica ocupa actualmente más de la mitad del área productiva de La Constancia.
El negocio adquirió especial relevancia cuando comenzó la pandemia por covid-19, durante la cual se incrementó la demanda de alimentos frescos y sanos a domicilio. Se encarga de la producción de hortalizas de fruto. La huerta se destaca por su aptitud para la rotación de cultivos y la calidad de sus productos.
En La Constancia se han identificado 40 especies de aves, que podrían atraer a investigadores y aficionados al avistaje de aves y convertir La Constancia en un centro de reconocimiento y estudio de dichos animales.
Los relevamientos científicos de fauna y flora realizados en el lugar permitieron identificar una amplia diversidad de aves, plantas, árboles y arbustos presentes en La Constancia.
De allí la aptitud del campo para el desarrollo de proyectos de educación ambiental, como jornadas educativas con escolares y visitas de grupos de estudio.
Desde 2014, en La Constancia se reciben estudiantes de escuelas, colegios, universidades y personas interesadas en conocer la huerta agroecológica de 35 hectáreas. Durante el recorrido, los visitantes aprenden en terreno los conceptos principales de este tipo de producción, que busca la sostenibilidad de recursos naturales como el suelo y el agua.
En enero 2020, se realizó un relevamiento para obtener información primaria, estudiar las funciones del bosque como refugio de fauna en una matriz productiva agrícola y ganadera y generar propuestas de gestión integral del lugar.
Solicitar InformeAdemás, La Constancia tiene potencial como espacio dedicado al estudio científico de árboles y otras plantas leñosas.
Gracias a su diversidad de ambientes y la presencia de polinizadores naturales, en el campo se podría promover el uso de sistemas de producción de intensificación ecológica, que permiten alcanzar altos rendimientos de los cultivos de manera sustentable.
Visión. La historia de la Estancia La Constancia nace con la familia Biocca y con el aporte de cada uno de sus miembros para desarrollar sus parques y áreas de siembra.
La familia de Héctor Biocca desciende de un inmigrante italiano, Don Giovanni Biocca, quien llegó a la Argentina en 1872 de la zona norte del país europeo, puntualmente, de Bugiallo, en los alrededores del Lago Di Como, en Lombardía. El entonces joven de alrededor de veinte años se asentó en la localidad de San Vicente, al noreste de la provincia de Buenos Aires.
Fue allí que el primer Biocca comenzó su historia como emprendedor lustrando zapatos. Giovanni fue padre de diez hijos, a quienes transmitió el valor de la constancia. Justamente, Héctor, su nieto, aprehendió dicha virtud y bautizó a su estancia marplatense con el nombre de “La Constancia” en aprecio a todo lo que gracias a ella obtuvo.
Cuarenta años atrás, Héctor Biocca y Mariquita Araujo, descendientes de inmigrantes italianos, fundaron La Constancia en Mar del Plata.
Un campo que nació con el objetivo de desarrollo ganadero y agrícola pero que, con el tiempo, dio lugar al sueño de crear un bosque único con una singular variedad de especies forestales y animales. Héctor Biocca tenía una conexión especial con la botánica.
Dedicó gran parte de su vida a la inserción y a la adaptación de especies de plantas y árboles provenientes de diferentes regiones y países. Esta tarea la pudo llevar a cabo gracias al apoyo incondicional de su hijo Juan Manuel, quien estuvo a cargo de plantarlas y cuidarlas.
Héctor Biocca fue socio vitalicio de la Sociedad Rural Argentina y tenía una conexión especial con la botánica. Dedicó gran parte de su vida a la inserción y a la adaptación de especies de plantas y árboles provenientes de diferentes regiones y países.
Don Héctor Biocca diseñó y plantó - junto a sus hijos - cada una de las especies. Esta dedicación casi exclusiva a cada planta fue la garantía del éxito del desarrollo y mantenimiento de los bosques. Hoy, cuarenta años más tarde, La Constancia cuenta con parques multicolores, que buscan convertirse en un legado para la humanidad.
Asimismo, otro de los hijos de Héctor y María Genoveva, Héctor Juan, participó en la construcción y gestión de la casa de la estancia. Hoy son los nietos de Héctor y María Genoveva los que siguen colaborando con las tareas de La Constancia.
Acceso: por camino rural 515 (asfalto en construcción); camino rural afirmado, acceso por Aeroclub de Mar del Plata.
